LA SUERTE: SE BUSCA O SE TIENE.

La superstición de creer que podemos hacer nuestro destino mas afortunado nos ha acompañado durante miles de años en todas las civilizaciones.

Richard Wiseman, Psicólogo de la Universidad de Hertfordshire (Reino Unido) estudió a 400 voluntarios que aseguraban haber tenido mucha suerte a lo largo de su vida y los comparó con personas que se quejaban de mala suerte.

En uno de los experimentos, los participantes eran separados en grupos y se les daba un periódico, que tenian que ojear para contar las fotos que contenia.

Las personas con mala suerte tardaron un promedio de 2 minutos, en cambio las personas que decian tener buena suerte solo tardaron segundos.

Esto es posible porque Wiseman había incluido en la 2º pagina del periódico un texto de media pagina indicando el numero de fotos que contenía.

Un rasgo común de los que dicen tener mala suerte es que tienden a no fijarse en lo inesperado y a no detectar  las oportunidades  que se presentan ante ellos. Estas personas suelen tener tendencia a la ansiedad y es por todos sabido que la ansiedad disminuye la capacidad para percibir aquello que nuestro cerebro no espera ver.

Las personas poco afortunadas pierden oportunidades porque están demasiado ocupadas en buscar aquello que creen que deben encontrar: la pareja perfecta, el mejor coche, el trabajo mejor pagado ...; Pero por el camino pierden opciones reales de cambiar su vida y ser mas felices.

La gente que se define como afortunada esta mas relajada y abierta a nuevas experiencias, estas personas introducen variedad en sus vidas de forma consciente y constante, aumentando la probabiliadad de vivir encuentros inesperados, golpes de suerte ...

SI SIEMPRE HACES LAS MISMAS COSAS, HABLAS CON LAS MISMAS PERSONAS, TIENES EL MISMO TRABAJO Y TE MUEVES POR LOS MISMOS LUGARES, ES DIFÍCIL QUE TU SUERTE CAMBIE.

Otro aspecto a tener en cuenta es la actitud que tomas ante la vida. Wiseman realizo otro experimento donde hizo imaginar, tanto a unos como a otros , que estaban en un banco, entraba un ladrón, disparaba contra ellos y la bala les heria en un brazo.

La gente que se consideraba no afortunada decían que el accidente había sido por mala suerte, mientras que las personas que se consideraban afortunadas, pensaban que habían tenido mucha suerte porque la bala les había dado en un brazo y no en algún punto vital como la cabeza.

LA CAPACIDAD DE IMAGINAR SITUACIONES PEORES LES HACIA SENTIR MEJOR Y MANTENÍA ALTAS SUS EXPECTATIVAS SOBRE EL FUTURO.

Por lo tanto podemos concluir que LA SUERTE EXISTE pero no va a la persona, sino que la persona es la que debe ir a la suerte, TODOS PODEMOS ENCONTRARLA, así que SUERTE PARA QUIEN LA BUSQUE !!!!